Leyendo un interensantísimo artículo de SteamDeckHQ.com sobre lo confuso que es denominar en una configuración específica de un juego el concepto de “mejor configuración” he hecho autoreflexión y, sinceramente, creo que la mayoría de usuario no terminan de entender que al ser un PC Steam Deck o cualquier handheld PC como el Asus ROG Ally este concepto tiene mil aristas y necesidades.
No estamos ante un sistema cerrado como Nintendo Switch
Cuando jugamos un juego en Nintendo Switch la consola detecta si jugamos en modo dock o en modo portátil y en ese momento ella adapta todo para tener una experiencia equilibrada tanto de rendimiento como de batería. Una autoconfiguración muy conveniente en muchos casos pero que dista mucho de poder adaptarse a nuestros casos particulares la mayor parte del tiempo.
Este concepto específico hace que cualquier configuración que veamos (o que nosotros hayamos propuesto tanto en nuestro canal de YouTube como en Handledeck) tenga siempre una contrapartida, ya que a efectos prácticos no podemos saber tus necesidades específicas o tendemos a buscar las nuestras.
En mi caso particular, las configuraciones que hago en juego siempre buscan una cosa: el máximo tiempo de batería. En lo personal me da igual que una textura se pueda ver un pelín mejor o que haya una animación un pelín más fluida. Si me quita más de 5 minutos de batería, esa función de elimina o se limita al máximo en pos de tener una sesión de juego de cargar lo más amplia posible.
Este concepto anterior, aunque lógico para mi por mis circunstancias y necesidades, a lo mejor no tiene sentido para una persona que juega sesiones de 30 minutos y después pone a cargar la máquina (y es una circunstancia muy habitual por lo que me transmitís), por lo que configuraciones más demandantes de energía tienen mucho más sentido para vosotros ( o incluso máquinas que derrochan más la energía pero que aportan mejor calidad visual) y que para mi sería algo contraproducente.
Steam Deck es un PC y los juegos evolucionan
Otro concepto importante es que la configuración de un juego, sobre todo cuando es de salida, evoluciona a cada parche y es complicado poder decir algo que se perpetúe a lo largo del tiempo. Por esta razón, me gusta verlas como elementos de partida en tus propias configuraciones y búsqueda de tu punto óptimo.
Un ejemplo claro es que mi configuración propuesta para Baldur’s gate 3 (la normal, no la tan polémica de 20 FPS y que sigo defiendo en casos extremos de necesidad energética xD) ya ha evolucionado y que ahora con esa misma configuración se superan ampliamente las 2 horas de juego, que es mi objetivo normal, y ahora he conseguido jugar a muchisima mejor calidad desactivando el FSR, por poner un ejemplo.
Pequeñas excepciones a esta regla
Unas cuantas excepciones a todo lo anterior son elementos más de base: tipo de proton a utilizar o, incluso, si un juego esta muy mal optimizado o va muy al límite en una Steam Deck la única configuración que lo haga mínimamente jugable, pero si el juego ya puede jugarse a más de 30 FPS… ya tienes que pensar que cualquier cosa que se haga es valorativa: puedes limitarlo a 30FPS y conseguir más estabilidad y batería, apurar al máximo los FPS aunque haya bajones y exprimir más el hardware, aumentar calidad visual pero a 30 FPS…
Así te tienes que tomar una configuración para Steam Deck u otra handheld PC
Lo mejor es tomar estas configuraciones como ideas o puntos de partida. En lo personal me gusta mucho verlas porque muchas veces dan ideas que nose me había ocurrido o combinaciones que no había hecho que al usuario le han gustado y puedo aplicarlas en mi caso específico, a lo mejor al revés de lo que el sugiere.
También te permiten saber qué esperar de un juego a grandes rasgos: no es lo mismo un juegoq ue te permite un montón de configuraciones (30FPS graficos altos, 40 FPS graficos medios, 30 FPS graficos bajos con máximo de batería…) que uno a duras penas te da una o dos.
¿Qué opinas de todo esto? Espero tu respuesta en comentarios